
A estas edades hay quien tiene muy claro qué quiere hacer. Sin embargo, contra esos alumnos con vocación muy marcada, hay una gran parte que duda. Quizá la gran disyuntiva, en esos momentos es Universidad o Formación Profesional. Bueno, ahí va mi opinión: sabéis que apostamos por una Universidad en Parla, es algo que merece el municipio y sus estudiantes. Sin embargo, en la línea que argumenta el ministro Gabilondo en el pacto por la Educación,¬¬ voy a defender la Formación Profesional. Esos estudios que en los 80 recibieron un gran impulso público que tantos buenos profesionales “fabricaron” para muchas empresas españolas. Sé de lo que hablo. Yo trabajé en una firma de tecnología punta y allí, yo universitario, conviví con compañeros que venían de la FP y cuya productividad era, y es, sensacional.
Reivindico, pues, la FP como una vía excelente de acceder con un alto grado de cualificación al mercado laboral. Alejemos este tabú infundado de que el estudiante de Formación Profesional está menos preparado que el universitario. Es más, la FP es, en muchas ocasiones, un trampolín para la Universidad y nunca un obstáculo. Alguien duda, hoy en día, de lo que valoramos a un buen electricista o un buen mecánico. Muchos de esos profesionales tan demandados y reconocidos proceden de la Formación Profesional, una formación para el futuro.