Lo vi de pasada, pero me pareció desproporcionado. Ver y escuchar en la televisión el abucheo que dirigieron unos maleducados al presidente del gobierno en el desfile del Día de la Hispanidad me rompió todos los esquemas. Menos comprensible me parece aún que otros políticos disculpen, y menos todavía que jaleen, semejantes muestras de incivismo.
Quienes me vayan a tachar de censor, les pido unas líneas más. La libertad de expresión es un pilar básico e irremovible de la democracia y como tal lo defiendo en todo tiempo y condición. Con el mismo impulso arremeto con los que hacen del derecho de expresión una bandera sin barreras. Como político entiendo que estoy sujeto a la crítica, incluso al abucheo, pero todo tiene su límite. Y el límite es hacerlo cuando las Fuerzas Armadas están homenajeando a sus compañeros caídos en acto de servicio: es una falta de respeto, de tacto y de consideración. Fijar el objetivo en el presidente del gobierno por su política es lícito; hacerlo de manera pública, también, pero no en determinadas situaciones.
Los actos del 12 de octubre son un homenaje a nuestros soldados y a nuestros valores, un reconocimiento a la multiculturalidad de lo hispano, un nexo de unión entre las diferentes culturas. Es un acto en el que las instituciones están muy por encima de las personas y eso hay demasiados que no lo entienden o que buscan un pírricos réditos políticos y electorales. Y todo sin darse cuenta que en unos meses, en unos años, pueden sufrir los mismos desenfrenos.
Por eso reclamo que la libertad de expresión de todos no se vicie torticeramente con tal de desgastar a un adversario. La educación y el sentido común son elementos que tienen que formar parte de las reglas del juego de la política y de la relación con los ciudadanos. Y entre los políticos jamás debe desaparecer la lealtad institucional, y de eso se bastante porque estoy en un grupo de alcaldes que la venimos exigiendo reiteradamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Los que interesadamente embadurnan el concepto de libertad de expresión ejercen esa política que se escribe con minúsculas y que busca el interés de perpetuarse en el sillón. Yo reclamo una Política con mayúsculas, donde el respeto al adversario no se pierde nunca, ni se prostituye el término libertad de expresión por cualquier otro que esté de rebajas.
Y en esa misma línea están aquellos medios que afines a un ideario político o, mejor aún, afines a una parte de una siglas políticas se empeñan en emborronar páginas y páginas. Sólo buscan zaherir a los políticos de otro color, sólo por eso por ser de otro color. Poco importa si lo que recogen en sus renglones lo dicen ocho u ochocientos, si son verdades a medias, si son mentiras parciales. Difama que algo queda, que la libertad de expresión nos ampara.
He observado la actitud de la Presidenta, y parece ser que el efecto Tomás la ha anulado: se le nota más preocupada, no se le ve dando palmas tal y como auguraba...
ResponderEliminarLo cierto es que hay unas elecciones a la vista, y aunque ellos estén en el poder y tengan la sartén por el mango, también conocen de sobra que la gran mayoría social de esta comunidad es de izquierdas; y que ya no volverán a sucederse más TAMAYAZOS.
Y de Tomás ¿Qué?
¡Vaya templanza y humildad!
Tendiendo la mano a todo el mundo, sin dar un solo salto de alegría.
Este hombre es socialista de verdad y ha de llegar muy lejos.
Fueron tres minutos de Homenaje a nuestros caídos. Tres. Mal momento, cierto, pero es lo único reprochable: el momento, no la ocasión. Única en la que se puede hacer notar el descontento de una manera palpable ante nuestras más Altas Autoridades. Manifestación de descontesto que contrasta con la "levedad" de la situación que las declaraciones del Presidente quieren hacernos llegar, sobre todo cuando intentan disfrazar su gravedad cambiando denominaciones. Ahora somos oferentes de empleo. No señor, no. Somos oferentes de mano de obra, de trabajo, por tanto. No de empleo. Desafortunados hasta en algo tan simple.
ResponderEliminarMiguel Angel Lopez del Pozo, NO PAGA a IBERDROLA en Torrejón de Velasco... UN INEPTO.
ResponderEliminarEntiendo por las palabras del alcalde que censura a los que llamaron asesino a Aznar cuando ejercía su derecho al voto en las elecciones de Marzo de 2-004 o a los energúmenos que quisieron agredir a Rato y Piqué en barcelona. Si es así, sería conveniente que también lo manifestara públicamnte en este blog, para que los vecinos de parla sepamos de la objetividad y sentido común de nuestro alclade que no solo critica a los que abuchean a los de su partido sino también cuando los abucheos o insultos son para políticos del Pp.
ResponderEliminarPor cierto, alcalde, no recuenrdo ninguna opinión tuya en contra de los que permitieron que se quemaran banderas españolas en Cataluña.O es que eso es libertad de expresión?