Con más de doscientas películas y decenas de obras de teatro en su haber, nos ha dejado José Luis López Vázquez, un ilustre del cine español que nos abandona dejando un buen número de excelentes películas y, lo que es tanto o más importante, un montón de sonrisas. Hablar de López Vázquez es hablar, ni más ni menos, que de setenta años de cine español. Setenta años de nuestra historia más reciente que han quedado grabados en blanco y negro, más que en color, en nuestra memoria. Berlanga, Forqué, Saura, Palacios… se disputaron en sus mejores papeles al versátil José Luis, al que no puedo evitar recordar atado al perchero, amordazado y acorralado por la tribu de sus pequeños ahijados-indios en “La familia y uno más”: “¡Padrino, búfalo!”. Una frase que ya pertenece toda una generación e incluso creo que hasta a alguna de las posteriores.
Y también le recuerdo en “Un millón en la basura”, y con Gracita Morales en “Sor Citroën”, y sobre todo en “Atraco a las tres”, el rufufú a la española… y en cantidad de otras películas de esas que ahora, al volverlas a ver con el paso del tiempo, te das cuenta de que eran casi un documental, un fiel reflejo de la sociedad de los sesentas y de los setenta levemente enmascarado en una comedia, y a veces ni siquiera eso: ahí quedan la trilogía de “Patrimonio Nacional”, “El verdugo”, “Plácido”…
Tengo que confesar, además, que después de ver en uno de esos programas “La cabina”, el corto de Antonio Mercero protagonizado por López Vázquez, estuve más de un mes llamando por teléfono con un pie puesto en la puerta de la cabina de teléfono de mi barrio. Por si se cerraba y no se podía abrir más que nada, claro.
Ahora, me imagino que el Padrino Búfalo andará repartiendo pasteles en un cochecito con Pepe Isbert por Villar del Río mientras esperan a Mr. Marshall, y Fernando Fernán Gómez se pasea por allí con Agustín González en una de esas bicicletas que sólo son para el verano. Pero bueno, todavía nos quedan sus películas.
Hola, me llamo Jose Luis y soy vecino de Parla desde que nací (hace ya 39 años). Escribo en esta entrada, no para hablar de mi tocayo, el genio Lopez-Vázquez, cuya pérdida he sentido profundamente, pues es una ficha más de mi vida que, afortunadamente, no he perdido del todo gracias a su legado cinematográfico.
ResponderEliminarEl motivo de mi comentario es manifestar mi más profundo malestar, desagrado y desolación por varios aspectos de mi ciudad que me preocupan e impiden disfrutar de ella.
Uno de ellos es el tema de los parques y jardines. Últimamente asistimos al enbellecimiento de la ciudad con la puesta en marcha y remodelación de los parques, lo cual es de agradecer y aplaudo la iniciativa municipal. Sin embargo, hay algo que no se tiene en cuenta, y es el hecho de que la mayoría de la población parleña trabaja fuera del municipio, con lo que regresa a la ciudad ya entrada la tarde noche (no hay más que asomarse a la estación de ferrocarril o echar un vistazo a las carreteras de entrada entre las 7 y las 9 de la noche), este detalle hace que el horario de cierre de los parques esté totalmente desconectado de la realidad. Somos muchas las personas que, por ejemplo, vamos a correr a diario y no podemos entrar en los parques porque ya están cerrados. Me gustaría que se pensara un poco más en los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos municipales, pero que trabajamos fuera de la ciudad, ya que nos encontramos con unos espacios muy bonitos, pero enrejados y sin acceso (para que los queremos).
De momento nada más, el resto de mis apreciaciones, sugerencias o quejas los comentaré en otras ocasiones.
Gracias por su tiempo.
Pues yo creo que si algo hay positivo en Parla es que cierren algunos parques por la noche, si no serian el epicentro de botellon, destrozos, basura y vandalismo. Seria maravilloso que toda la gente fuese civica y educada y esto fuera Suiza o Alemania, pero hay que ver la realidad social de Parla y los parques estan mucho mejor teniendo horario de cierre. Nada mas hay que ver en otros municipios qué sucede con los parques abiertos, que en general estan de pena, son lugar de reunion de borrachos, traficantes y drogadictos, hay ruidos nocturnos, etc.
ResponderEliminarAsi que porel bien y el uso y disfrutes de los parleños, que continúe siempre el horario de cierre de los parques.
Nadie está pidiendo que no se cierren, lo que se demanda es que no se cierren a las ocho de la tarde, sino a las nueve y media o diez, como en otros municipios.
ResponderEliminar¿De qué sirve tener buenos parques si no se pueden disfrutar?
Los parques, como bien se cierran a las 20 horas, en invierno, para evitar el mal uso de los mismos. Para poder practicar deporte estamos habilitando un anillo verde alrededor de la ciudad que ya hemos iniciado con los caballones de La Laguna y La Fuente, y que pretendemos que se extienda por el perímetro urbano.
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