Desde hace ya tiempo, la Comunidad de Madrid, la de Esperanza Aguirre, decidió que lo importante era aparentar y, si era necesario tergiversar. Poco menos que elevar a la categoría de política la frase de Groucho Marx: “¿A quién va usted a creer?, ¿a mí, o a sus propios ojos?”. Así se debió de inventar ese eslogan de ‘Comunidad de Madrid, la suma de todos’. El problema del gobierno de Aguirre y del PP es que los hechos son tan tozudos que les dejan en mal lugar y, a veces, en peor.
Hace un par de días, Ana, una parleña de nuevo cuño (me contaba que lleva en el municipio, en Parla Este, desde hace dos años y poco) me preguntaba con mucha preocupación qué ocurría con la gestión de las escuelas infantiles. El rumor ha corrido entre los padres ante las nuevas e incomprensibles adjudicaciones que ha hecho el gobierno de Aguirre. ¿Una empresa de catering va a hacerse cargo del cole de mi niño?, me decía alarmada. Pues, con matices, sí. Así es.
La empresa que gestionará desde septiembre cinco de las seis escuelas infantiles de Parla carece de experiencia en el sector educativo. Lo más cerca que han estado de un colegio es para realizar la limpieza o completar el servicio de hostelería. Vaya, es algo así como concederme a mi crédito en teología porque me apellido Fraile. Pero la cosa, aún es más hilarante.
Aguirre ha decidido que a la hora de elegir quién va a formar a los más pequeños lo que más valora es que haga una buena oferta económica. Si los educadores son buenos o malos, si están más o menos formados, eso no pesa en la decisión ni un 10%. Y lo que es peor, el proyecto educativo si tiene una valoración muy deficiente, tampoco importa. Lo que vale es la oferta económica. Personalmente, hablar de oferta económica en un asunto de educación infantil me parece una obscenidad. Tratamos de la educación (un valor innegociable) de nuestros niños. Si eso entra en el terreno del mercadeo todo el sistema amenaza ruina.
A eso juega Aguirre y el PP, que aquí en Parla ha votado en contra de nuestras propuestas (apoyadas por Izquierda Unida) de mejorar la calidad de la educación en todos los terrenos y la necesidad de olvidarnos de que las rebajas lleguen a este ámbito.
En resumen, y visto lo visto, la suma de todos significa para Aguirre que la suma le salga en sus cuentas, a costa de todo y de todos. Bonito eslogan.
....las 23:45 del día 5 de agosto, Señor Alcalde, época de vacaciones, el Bulevar Sur como siempre, balonazos, carreras, gritos, música,latas de cerveza, litronas..etc......cree usted que es lógico que a estas horas por muchas vacaciones que sean está permitido un ruído que molesta a los vecinos que descansamos?.....veamos la paja en el propio ojo, y después hablemos de la paja en el ajeno.....a punto de ser la media noche, el ruído campa por sus anchas....molestias,insomnios, etc.....ya he escrito varias veces en su blog y el resultado ha sido nulo....quizás a partir de ahora sea necesario recurrir a otro medios....
ResponderEliminarUn saludo Señor Alcalde...y que usted disfrute de sus vacaciones....
El botellón y los decibelios campan a sus anchas en Parla. Tanto en pisos como en parques, descampados, inmediaciones de colegios e institutos y aparcamientos reina la ley de la selva durante los fines de semana y las vacaciones.
ResponderEliminar¿Llamar a la policía? por favor, ni se molestan jamás en venir para estas cosas aunque se les llame 20 veces en la misma noche. Quizás es saben de buena fe que el problema es gordo y estarían desbordados por la cantidad de incidentes similares que hay en Parla al mismo tiempo.
Está claro que Esperanza Aguirre apuesta por una educación mercantilista que pasa siempre por hacer caja y pagar. Esto es muy loable y normal mientras se traduzca en una educación de calidad acorde con el dinero abonado por los padres. Pero en cualquier caso, la educación debe ser impartida por profesionales, y con más énfasis en las escuelas infantiles.
ResponderEliminarSi hasta la fecha la educación infantil pública en la comunidad de Madrid era óptima y de buena calidad, ¿porqué dar este giro hacia el precipicio y la necedad?. ¿Porqué no potenciar y ampliar el modelo actual que ha venido funcionando con eficacia?.
Lo que se necesitan son más escuelas infantiles, pero no "almacenes de niños con vigilantes" donde no pueden desarrollen sus potencialidades creativas al estar en manos de personal sin titulación, mal remunerado y trabajando en precario.
Hay que insistir en frenar este disparate.
Mi hijo acude a la escuela El Limonero y estoy muy contenta con las instalaciones y los técnicos de educación infantil que hay allí.
ResponderEliminarFunciona bien y es un modelo a seguir. En Parla hacen falta mucha más escuelas como El Limonero porque hay una explosión demográfica de nacimientos que no se atiende con las correspondientes infraestructuras.
Esta situación provoca que surjan paralelamente guarderías privadas para "hacer el agosto", sin menospreciar sus servicios prestados.
Pero esas guarderías son muy caras y pocos pueden pagarlas, además de que si existen es que subyace una dejación de prestación y atención de servicios por parte de la Comunidad de Madrid.
Si en los países más desarrollados de Europa las guarderías son TODAS públicas, de gran calidad y prestigio, y no existen las privadas, ¿para qué ir a contracorriente? ¿Quién va a engordar su bolsillo?.
Me parece ruin hacer negocio con estas cosas. Es aceptable, sano y recomendable que exista una educación privada y concertada en los niveles de Primaria, Secundaria y niveles superiores, pero en la educación infantil es injusto y miserable crear segregaciones y no invertir en el desarrollo de los niños en una etapa tan importante.