Agosto ha sido turbulento y esto se ha reflejado en los medios de comunicación, que durante este mes estival nos han acostumbrado a la sustancia de lo anecdótico. Libia, Siria, mercados, primas de riesgo, reforma de la Constitución, déficit, JMJ…, han supuesto sustrato suficiente para volver al clásico inicio de curso con la sensación de estar inmersos en un IRENE que nos azota sin contemplación.
En este punto de caos estoy convencido que la mejor manera de afrontar ese huracán no es sólo tomando medidas a corto plazo y de emergencia, como estos días han hecho muchos estadounidenses. No sólo hay que estar en la posición de alerta y tapar las vías de agua que entran en nuestra nave. El timón firme y el destino claro, forman parte del protocolo a seguir: el largo plazo en primer lugar. En segundo termino y no menos importante, está la claridad que debe emplear el capitán del barco para dirigirse a los que dependen de él. Tanto la tripulación como el pasaje deben percibirlo para sentirse seguros de aquel que lidera y lleva el timón.
Estos días los medios de comunicación y las redes me han dado la clave para haceros llegar estas líneas. Primero quiero deciros que siento que tengo capitán. Este humilde grumete percibe que Rubalcaba tiene claro el destino. La claridad en sus palabras, tanto en la forma como en el fondo, me imprime un poso de seguridad y de confianza, y más aún cuando sitúa la educación en el centro de su discurso.
Además de esto, el conflicto educativo que ha estallado estos días impactará como un meteorito en la Comunidad de Madrid y en Parla en este inicio de curso. Si a esto le sumo algunos comentarios publicados en las redes sociales: “Si eres universitario y hablas inglés, no puedes ser del PSOE”, tengo los ingredientes necesarios para preparar un buen potaje.
Soy militante del PSOE, soy universitario y hombre, en inglés me defiendo. No lo hago en la intimidad y menos con los pies apoyados en una mesa –recuerden a Aznar- , aspecto este último que me parece de muy mala educación, como mala es la educación en nuestra Comunidad.
Los datos así ratifican. Nuestro ranking (en pruebas del alumnado, gasto en educación, datos sobre abandono y absentismo) se mire por donde se mire, comienza a ser preocupante en una Comunidad que aspira a ser motor de este país, que acoge la capital de España y en la que educación y la formación deben ser los pilares fundamentales para construir un futuro de prosperidad.
Me he educado en la base del esfuerzo, el mío personal y el de mi familia. Al igual que muchos de mis amigos y amigas de generación, que a caballo entre el final de la dictadura y la llegada de la democracia, fuimos los primeros que comenzamos a percibir en primera persona de forma normalizada aquello de la educación pública, universal y gratuita.
Pude estudiar en el IES Tierno Galván de Parla en el horario nocturno (fui un privilegiado si lo comparo con la dificultad que tienen muchos ciudadanos y ciudadanas para hacerlo ahora). Después cursé mis estudios en una universidad pública. Algunos de mis amigos siguieron rumbos parecidos, otros por ejemplo, se decantaron por aquella Formación Profesional que tanto ha aportado a este país. He de recordar que algunos de ellos han logrado hoy ser empresarios y emprendedores, algunos de ellos en nuestra ciudad.
Hemos sido una gran generación, formada, empleable (término este ultimo muy de moda), formada en valores y en el respeto. Pero el máximo respeto es el que socialmente se tenía hacia “los maestros”. Respeto hacia aquellos que nos educaban, respeto por parte de nuestras familias, pero también por parte de las instituciones y los políticos. Los responsables de los centros y aulas gozaban de confianza: mis padres sabían que yo estaba en buenas manos.
Uno de los asuntos que marcarán la agenda en Madrid será el conflicto que definitivamente ha abierto en canal nuestro desnutrido sistema educativo. La falta de medios, plazas, centros, mejoras en los mismos, estrategia, presupuesto, esta poniendo en peligro el modelo educativo que hizo prosperar a este país.
Ese afán por buscar la austeridad como excusa de todo no me vale. No invertir en educación significa hipotecar el futuro colectivo. A no ser claro está, que el objetivo que están buscando sea otro como así me temo: fortalecer en nuestra Región el predominio de una elite conservadora a través de una educación sectaria y no universal. Romper el principio de igualdad de oportunidades para limitar la prosperidad y el ejercicio de mayores responsabilidades en el ámbito público o privado a unos pocos, confesos, propagadores y propagandísticos del actual régimen en nuestra Comunidad.
Pero no menos importante, con esto quiero acabar, es el desprestigio que los dirigentes populares de la Comunidad de Madrid están ejerciendo sobre el profesorado. Podremos promulgar muchas leyes sobre la autoridad de los docentes en las aulas, todas las que deseen, pero si no tienen reconocimiento social e institucional no lo tendrán de las familias ni de los propios escolares. No lo tendrán y será un escollo más en el desarrollo de su actividad.
Comentarios como los de Secretario General del PP madrileño del tono: “la fiesta que se acaba”, en referencia a los sindicatos y docentes, no hacen más que comprometer mi futuro, el de mis convecinos y el de muchos ciudadanos y ciudadanas que esperan de la clase política mesura, consenso, prudencia y claridad. Aquella que se espera de un buen capitán.
Hola Chema.
ResponderEliminarImportantes reflexiones las aquí realizadas, en este que aunque privado, entenderás con este mío esto es bastante público, al igual que tu persona.
Dicho esto te referenciare un refrán del sabio nuestro que dice “el que NO se consuela es porque NO quiere”. Te digo esto en relación al título de tus post “THE GOOD CAPTAIN” (EL BUEN CAPITÁN). Se supone y por mi parte no lo pongo en duda, que es a título personal y visto desde una visión total mente partidista, como corresponde y que por mi parte, no pongo en cuestión.
Pero cuando la visión estrecha de miras se amplía al campo universal, la cosa cambia y surge la siguiente pregunta ¿es ese el pensamiento y la opinión, de la mayoría de la ciudadanía que el Sr Rubalcaba aspira a liderar y gobernar? ¿Verdad que el “THE GOOD CAPTAIN” puede cambiar y tal vez tornarse en algo distinto después del 20N?
Amigo y conciudadano Chema, seamos más objetivos, menos seguiditas-todo ello según mi opinión-y esperemos al resultado de voluntad de la tripulación del barco, incluido el grumete y después hablemos.
Después de la forma y reforma de nuestra Carta Magna, así como del trato al mundo del trabajo-fuente vital del voto al “BUEN CAPITÁN” decite que:
No todo es negativo en tu post, considero muy importante tu actitud y posición ante la enseñanza ,los problemas que la acechan por parte de l@s privatizadores del PP y la necesidad de defender y mantener una enseñanza pública de calidad en la cual tú y tu generación os formasteis y desarrollasteis, a diferencia de aquell@s que en plena dictadura …..Llamémosle X.
Y para terminar valorar tú sinceridad personal a la cual correspondo con esta mía.
SALU2 Chema.
Importante Blog, para deleite y disfrute de su titular, que NO de debate. No es de extrañar después de haber visto la actitud del “GOOD CAPTAIN” en el acto de sus camaradas en Rodiezmo. Sin comentarios Chema, siento y entiendo tu decepcion.Si es que este es el caso.
ResponderEliminarSALU2, No volveré por aquí, creía-iluso de mi-que estarías dispuesto a debatir tus puntos de vista y los mios.
Cuando nuestros chicos hablan un lenguaje rácano que no pasa de unos cientos de palabras (tío, tía, colega, güay etc..) Si entienden que la longitud de la circunferencia o la superficie del círculo dependen del tamaño de la pizza. Si las ideas que tienen de las medidas de capacidad no van más allá de los diferentes formatos de los envases de Coca-cola, mal vamos.
ResponderEliminarEs evidente que, los recortes de los presupuestos en educación que propone la Comunidad de Madrid son una afrenta más al sistema educativo.
Pero no nos engañemos, todos tenemos nuestra ración de culpa. Los padres hemos delegado en los maestros y educadores para que los formen y eduquen en valores, a la vez en contradicción les hemos negado autoridad. Los políticos se han despachado a gusto promulgando demasiadas leyes devaluando el valor del esfuerzo, también hay muchos profesores desanimados y desmotivados ante la hecatombe, o quizas han llegado a la educación como la única salida profesional a su licenciatura.
No sé como saldremos de este desaguisado, desgraciadamente dentro de la tasa de paro juvenil que roza el 40% debe haber un gran número de jóvenes preparados que ni siquiera pueden manifestar su valía. Si a ellos añadimos los profesores interinos que irán al paro con estas medidas.
¡Que Dios nos coja confesados! porque esto parece no tener arreglo.