¿Alguien es capaz de decirme (sin mirar antes en un mapamundi) dónde está Tuvalu? Existe, no es broma. Yo lo he buscado y en el mapa que tengo aquí en el despacho no aparece…
Bueno, a lo que iba: resulta que en la cumbre del cambio climático de Copenhague el representante de este país ha puesto el punto sobre la íes de los países ricos y emergentes. Claro, le va la vida en ello. Si, por el calentamiento global, continúa subiendo el nivel del agua su territorio desaparecerá engullido por el mar. Como para no preocuparse.
Ya no hablamos de que nos falte agua, de que haga mucho calor en agosto o de que en diciembre tengamos más días con sol que nevadas. Estamos tratando de la supervivencia de Tuvalu (un paraíso en el que viven poco más de 10.000 almas) y del planeta.
Las grandes potencias contaminantes (China, Japón, Estados Unidos…) deben alcanzar un acuerdo para detener el cambio climático. Pero eso es sólo un primer paso. Lo realmente decisivo es que, cada uno de nosotros, adoptemos medidas para ahorrar energía, para reciclar, para disfrutar del planeta de forma sostenible. Nosotros, cada uno en su vida particular, tiene la clave para que Tuvalu siga existiendo.
La utilización de energías limpias con la instalación de paneles solares como los tenemos en el Ayuntamiento, en el polideportivo Francisco Javier Castillejo, el Nido, en el aparcamiento de Felipe II y que seguiremos colocando en dependencias municipales (por ejemplo, en Parla Natura ya funciona una planta fotovoltaica que permitirá ahorrar más de 600 toneladas de CO2), el impulso a las construcciones sostenibles y respetuosas con el medioambiente, la política activa de creación y regeneración de espacios verdes o la implantación de sistemas de riego inteligente que ahorran agua son algunas de las pequeñas medidas que desde el Ayuntamiento tomamos para contribuir a que el cambio climático no se haga realidad.
Pero si de algo me siento orgulloso es de nuestro transporte público. El tranvía es un medio ideal para combatir las emisiones más contaminantes. De hecho hemos marcado tendencia y muchas ciudades españolas se han decantado por este eficaz y limpio medio de transporte. A ello hay que unir que casi la mitad de la flota de vehículos de medioambiente funcionan con gas, mucho menos contaminante que los vehículos de gasoil o gasolina.
Además, intentamos concienciar a los más jóvenes de la importancia del reciclado. Son ellos, los niños del siglo XXI, los que más sufrirán las consecuencias del calentamiento global, pero los responsables son ellos y, especialmente, nosotros. Responsables y culpables, si no actuamos ya, de que Tuvalu, un grupo de islas en un atolón del Pacífico (por fin lo encontré, gracias a Internet), se convierta en una diminuta huella que había en los mapas del pasado.
Bueno, a lo que iba: resulta que en la cumbre del cambio climático de Copenhague el representante de este país ha puesto el punto sobre la íes de los países ricos y emergentes. Claro, le va la vida en ello. Si, por el calentamiento global, continúa subiendo el nivel del agua su territorio desaparecerá engullido por el mar. Como para no preocuparse.
Ya no hablamos de que nos falte agua, de que haga mucho calor en agosto o de que en diciembre tengamos más días con sol que nevadas. Estamos tratando de la supervivencia de Tuvalu (un paraíso en el que viven poco más de 10.000 almas) y del planeta.
Las grandes potencias contaminantes (China, Japón, Estados Unidos…) deben alcanzar un acuerdo para detener el cambio climático. Pero eso es sólo un primer paso. Lo realmente decisivo es que, cada uno de nosotros, adoptemos medidas para ahorrar energía, para reciclar, para disfrutar del planeta de forma sostenible. Nosotros, cada uno en su vida particular, tiene la clave para que Tuvalu siga existiendo.
La utilización de energías limpias con la instalación de paneles solares como los tenemos en el Ayuntamiento, en el polideportivo Francisco Javier Castillejo, el Nido, en el aparcamiento de Felipe II y que seguiremos colocando en dependencias municipales (por ejemplo, en Parla Natura ya funciona una planta fotovoltaica que permitirá ahorrar más de 600 toneladas de CO2), el impulso a las construcciones sostenibles y respetuosas con el medioambiente, la política activa de creación y regeneración de espacios verdes o la implantación de sistemas de riego inteligente que ahorran agua son algunas de las pequeñas medidas que desde el Ayuntamiento tomamos para contribuir a que el cambio climático no se haga realidad.
Pero si de algo me siento orgulloso es de nuestro transporte público. El tranvía es un medio ideal para combatir las emisiones más contaminantes. De hecho hemos marcado tendencia y muchas ciudades españolas se han decantado por este eficaz y limpio medio de transporte. A ello hay que unir que casi la mitad de la flota de vehículos de medioambiente funcionan con gas, mucho menos contaminante que los vehículos de gasoil o gasolina.
Además, intentamos concienciar a los más jóvenes de la importancia del reciclado. Son ellos, los niños del siglo XXI, los que más sufrirán las consecuencias del calentamiento global, pero los responsables son ellos y, especialmente, nosotros. Responsables y culpables, si no actuamos ya, de que Tuvalu, un grupo de islas en un atolón del Pacífico (por fin lo encontré, gracias a Internet), se convierta en una diminuta huella que había en los mapas del pasado.
El efecto invernadero, la contaminacion , etc., depende de todos, aunque hay que reconocer que hay sectores que contaminan mas que otros.
ResponderEliminarLos acuerdos estan muy bien, pero lo dificil es cumplirlo, ej.. nuestro gobierno que ha ondeado la bandera del ecologismo no ha sabido o podido reducir el nivel de CO2 emitido a la atmosfera, teniendo en cuenta el Protocolo de Kioto.
"Hay que predicar con el ejemplo".
Me alegro mucho que nuestro ayuntamiento haya tomado medidas respecto al efecto invernadero, pero hay que mirar en el futuro.
¿Que nuevas iniciativas tiene en la agenda el ayuntamiento de Parla?
Iniciativas reales y con plazos de ejecucion..
Le animo a que siga por este camino.
El tranvía no contamina directamente pero sí lo hacen los miles de automóviles atascados diariamente por todos los rincones de Parla a causa de una red vial circundante y de accesos realmente precaria e insuficiente. Prácticamente la capacidad de los accesos a Parla es la misma que hace 15 años cuando había la mitad de habitantes que en la actualidad. Y lo peor es que no hay esperanza de mejora y los parleños estamos condenamos a dejarnos mucho tiempo de nuestras vidas en salir o entrar a Parla por carretera.
ResponderEliminarMe causa estupor el que haga usted alusión al cambio climático, efecto invernadero y demás cuando el Ayuntamiento parleño es el primer contribuyente al desastre ambiental y ecológico, pues no puede calificarse de otro modo la infamia que se está perpetrando en Parla Este llenando los parterres de toneladas de cemento y su posterior tapizado de césped artificial(compuesto de plásticos tan contaminantes como el polietileno y polipropileno), dejando dos míseros agujeros para plantar un par de árboles que presuntamente serán nada menos que palmeras.
ResponderEliminar¿usted ha visto esa infamia ambiental que se está cometiendo en Parla Este en alguna otra parte del planeta?.
Cuando yo estudié arquitectura, si a un alumno de primer curso se le ocurría plantear semejante barbaridad el suspenso era mayúsculo.
Por favor, si es que Parla se gana a pulso el ridículo universal y el hazmerreir más esperpéntico.
No hace falta irse a la isla de Tuvalu, el desastre ecológico está aquí en Parla, avenidas de los Planetas y de las Estrellas.
Vergüenza propia siento al leer este post suyo, de verdad que se cree que lo que se está haciendo en Parla es apostar por luchar por el cambio climático?
ResponderEliminarUn tranvía que no contamina, pero ¿cómo se genera la luz que alimenta al tranvía?, porque según pone en el ayuntamiento todas las placas solares del ayuntamiento son para dar luz a las iluminaciones de las sxalidas de emergencia. El tranvía contamina, puede que no en parla, pero si donde se genera la electricidad.
Miles de coches atascados todos los días debido al tranvía y a que no hay salidas decentes a la carretera Nacional A-42.
Lo que si que no contamina es la industria de Parla que brilla por su ausencia, pero eso sí, tenemos la de Fuenlabrada al lado que contamina por ellos y nosotros, pero señor alcalde da cientos de trabajo a parleños que no pueden trabajar en su pueblo porque nunca se ha apostado por crear empleo en esta localidad.
Discrepo que el tranvía tenga nada que ver en los atascos tremendos de coches que hay a diario en Parla, pues básicamente es un tema de falta de accesos en condiciones y de vías de alta capacidad, tanto en el interior de Parla como a nivel de autovías y de salidas/entradas.
ResponderEliminar¿Porqué una vía originaria de dos carriles como la avenida del leguario, fundamental para articular el tráfico, se ve reducida a un carril sólo porque la gente aparca ilegalmente en la parte de los chalets y el Ayuntamiento lo permite?. Antes pasaba eso mismo en la avenida de las Lagunas Se acaba de reformar el barrio del Leguario y se ha dejado igual el embudo de la avenida entre el Mercadona-Eroski y la fuente de las víctimas.
O la rotonda enorme del hospital que resulta que al final es un parche con el consiguiente derroche económico.
Veo que la preocupación por el medio ambiente y el cambio climático genera debate. Eso me alegra, es positivo. Todos tenemos que promover nuevas forma y modelos que sirvan para mejorar la convivencia en este planeta, la casa de todos.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con la postura que algunos reflejáis sobre el tranvía. Claro que se abastece de energía, pero también tiene un sistema que permite recuperar la energía que el propio vehículo genera, por ejemplo, en las frenadas. No se trata de no utilizar energía, sino de hacerlo responsablemente.
Además yo soy, quizás porque no se conducir, un firme defensor del transporte público. Si más personas utilizasen la red pública de transporte, menos coches saldrían cada día a las carreteras.
Tenemos que empezar a preguntarnos, a título particular, si las actitudes que tenemos son las más correctas. Tengo amigos que cogen el coche para todo. Viven a escasos diez minutos del sitio donde trabajan y siguen cogiendo el coche. Se desplazan a Madrid y cogen el coche, en invierno porque hace frío, en verano por no pasar demasiado calor. Esta no es una actitud sostenible.
Las acciones que estamos llevando a cabo, seguro que son escasas. Yo tampoco me doy por satisfecho pero hay que iniciar un camino que nos haga pensar en fuentes de energía alternativas. Tenemos paneles fotovoltaicos y paneles térmicos no sólo en el Ayuntamiento. También están en el aparcamiento de Felipe II, la biblioteca Gloria Fuertes, el Pabellón el Nido, la piscina cubierta y el polideportivo Francisco Javier Castillejo. Y la energía que producen no sólo abastece servicios, también se vende como energía limpia a la red eléctrica.
Son pequeños pasos. Pero son pasos que debemos dar todos: dejando el coche en casa siempre que sea posible, controlando el gasto energético, reciclando… Pequeñas acciones que todos podemos hacer y que redundarán
A pesar de todo, esta vez estoy de acuerdo con el alcalde. ¿el tranvia contamina ? contaminan mas los fabricantes de neumaticos, aceites, de coches, etc.., pero cuando cogemos el coche no nos paramos a pensar en esas cosas. no?
ResponderEliminarLo que hay que hacer es reducir la contaminacion y ahorrar energia.
Si para ello hay que poner placas solares en todos los parking municipales, se debería hacer; si para reducir los desplazamientos en coche hay que solicitar nuevas infraestructuras de transportes, pues se debería solicitar (aunque creo yo que la comunidad de madrid, en ese tema no va ayundar mucho a Parla, jejeje) Yo propongo un lema para el ayuntamiento en este tema del ahorro energetico: +A-C (mas Ahorro y menos Contaminacion).
El ayuntamiento debería explorar otras formas de ahorro y generacion de energia, (mejores aislamiento en los edificios municipales, bombillas de bajo consumo, vehiculos electricos o hibridos, sistemas de ahorro de agua en dependencias municipales, etc..
Podrían hacer una auditoria energetica y una vez hechas tomas las decisiones adecuadas..