martes, 8 de marzo de 2011

80 años después, aún hablamos de igualdad

Fue en 1931, fue hace 80 años cuando las españolas conquistaron lo que por derecho les correspondía, el derecho al voto. Hoy en día, nadie se atreve a negarle a la mujer su derecho a acudir a las urnas. Sin embargo, todavía muchos atropellan la razón al no aceptar la igualdad de sexos. Aún tenemos que hablar de igualdad y de libertad, como ejes de un proyecto progresista.

Hoy, en nuestra sociedad tan moderna y civilizada, las mujeres españolas cobran un 20% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. El paro femenino es muy superior al masculino. Y, mayoritariamente, es la madre la que se encarga de la casa, de los niños y del cuidado de los mayores y dependientes. Como antes.

Ahora, en nuestra sociedad liberal y avanzada, administraciones públicas como la Comunidad de Madrid, presidida por una mujer que celebra el Día de la Mujer, "invita" a las mamás a quedarse en casa en vez de acceder al mercado laboral. No facilita la inserción de la mujer al trabajo fuera del hogar porque no ve necesaria la gratuidad de la enseñanza de 0 a 3 años. Las opciones son pocas para estas mujeres: pagan un dineral por que su hijo esté en una escuela infantil privada, se encomiendan al destino para conseguir plaza en una de las escasas escuelas públicas o se quedan cuidando del niño o niña en casa. Una última alternativa es recurrir a los abuelos.

Defendamos la igualdad efectiva. Impulsemos una educación gratuita, universal y de calidad de 0 a 3 años en la que poco importe si trabajan o no los dos padres. Porque en la Comunidad de Madrid se discrimina a las familias que tienen un miembro en paro desestimándolas en la carrera para acceder a una plaza en una escuela pública. Así, en la mayoría de los casos conseguiremos que las mujeres sacrifiquen su carrera laboral.

Educación para los más pequeños y libertad de elección para las mujeres, que puedan elegir un trabajo como los hombres sin la cortapisa del cuidado de los niños. Asumamos que la conciliación de la vida familiar y laboral es un logro irrenunciable de nuestra sociedad.

Hay quienes hablan mucho de igualdad, pero luego miran para otro lado cuando deben predicar con el ejemplo (listas paritarias, igualdad de oportunidades...). No podemos consentir que viejos atavismos encadenen a la mujer al mandato del hombre. Hace 80 años los españoles y españolas dimos un paso sin retorno. Completemos ahora el camino y recorramos juntos el trecho que todavía separa a hombres y mujeres. Y todo por una sola razón: porque somos iguales.

1 comentario:

  1. Sr.Alcalde, todo lo que hemos consegido las mujeres ha sido por nosotras mismas.No ponga la puntilla siempre del pp y no me venga con listas paritarias y etc. y que han sido ustedes ños del psoe los que mas han hecho por la mujer.Igualemos los sueldos, un hombre siempre ganara más que una mujer con el mismo cargo empecemos por ahí

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