Ayer fue un día emocionante para mí. Qué mejor para un firme defensor de la mujer que presentar a las compañeras que me acompañarán en el arduo trabajo de luchar por la ciudad a la que amamos. María José, Beatriz, Victoria, Mercedes, Ana, Marisol… y tantas otras que luchan cada día por su ciudad, su trabajo y sus familias.
No debemos olvidar que esta ciudad se ha levantado con el esfuerzo y sudor de muchas de mujeres. Mi abuela, por ejemplo. Me recuerda mi padre cómo cada día se ocupaba de las labores del campo, cómo una mujer menuda como mi abuela, acudía a la siega sin desatender el cuidado de su familia y su casa. Ella hizo un Parla mejor para sus hijos.
La generación posterior comenzó a integrarse tímidamente en el mercado laboral. No lo tuvieron fácil. Trabajaban fuera y dentro de la casa, se ocupaban -muchas veces solas- de la educación de los hijos y todavía tuvieron tiempo para integrarse en la vida activa de nuestra Parla en el momento de mayor esplendor del asociacionismo. Fueron muchas las que participaron de forma muy activa en asociaciones vecinales, culturales, de mujeres, deportivas… Gracias a todas ellas la ciudad mejoró. Con su esfuerzo para sacar tiempo y dedicación de donde casi no había.
Hoy me acuerdo de ellas mirando a las mis compañeras más jóvenes. Mujeres formadas, cualificadas, que no tienen que renunciar a su profesión ni su vida privada por el simple hecho de ser mujeres. Mujeres activas, que participan en la mejora de la ciudad, en hacer de Parla un espacio mejor para todos.
Muchas mujeres tuvieron que luchar para llegar a la igualdad de la que hoy disfrutamos. Para que puedan trabajar en aquello que les satisfaga, para que puedan ejercer su derecho a la maternidad sin inconvenientes ni complejos, para que, en definitiva, puedan decidir, ejercer y desarrollar la vida que ellas deseen, e incluso para poder ser anderas de la Virgen sin impedimentos ni recriminaciones machistas. Simplemente porque es su derecho como creyentes.
Gracias Alcalde, por la parte que nos toca a todas las parleñas; y si me lo permite quiero rendir también mi pequeño homenaje a mi madre de quien aprendí el compromiso con nuestra localidad. Cuando llegamos aquí, en los años 70, tuvo que pelear mucho para conseguir que yo tuviese una plaza en la escuela pública. En aquellos años y con aquellos gobiernos, la enseñanza pública no estaba garantizada para todos. Un saludo
ResponderEliminarGRACIAS AL SEÑOR ALCALDE AHORA LAS MUJERES TAMBIEN CUENTAN EN PARLA Y DEBERIA SER PARA TODO EL MUNDO MADRE NADA MAS QUE HAY UNA MI MADRE LUCHO POR MI Y AHORA TENGO QUE LUCHAR YO POR ELLA
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