viernes, 8 de abril de 2011

Qué claridad de confusión


Los que seguís mis twitt podíais leer el otro día la denuncia que me hacía un vecino sobre las carencias que sufrimos en materia de Educación. Me decía que había casi 1.500 adultos en lista de espera para obtener una plaza que les permita mejorar su nivel de conocimientos. A esto hay que añadir que más de 1.000 niños carecen de plaza para Educación Infantil y a todo esto, alguien tiene una brillante idea y propone "la excelencia" para un grupo de alumnos de bachillerato elegidos (¿por quién?). Se me vino a la mente una viñeta de El Roto en el que el personaje leía el periódico y exclamaba ¡Qué claridad de confusión! Pues eso.

Cómo se puede intentar engañar sin pudor alguno. Hablamos de cuando hay carencias básicas. Hablamos de la coexistencia de la Enseñanza pública y la privada, siempre y cuando neguemos recursos a la primera y deslicemos mensajes idílicos sobre la segunda. Hablamos, en resumen, de "clasificar" a los alumnos para que las clases buenas no se mezclen con las malas. Lo dicho, de nuevo hay que "clasificar". Esta política, de la que reniego, es la que sufrimos ahora. Y cuando reclamamos más colegios y escuelas en Parla obtenemos un estruendoso silencio como respuesta.

Claro que si la Educación es un pilar básico del estado del bienestar (esa idea tan socialdemócrata que ahora se intenta desmontar desde el ala más neoconservadora), qué podemos decir de la Sanidad. Alguno perdió el paso y descubrió el pastel que se nos avecina si la Puerta del Sol (Tomás Gómez lo impida) vuelve a pintarse de azul celeste. Copago. Es decir, usted paga dos veces: paga por la Sanidad con sus impuestos y, luego, vuelve a pasar por caja si va al médico. Que no tiene para pagar. Pues qué pena.

Eso es lo que algunos quieren instaurar, mientras que otros denunciamos que la Sanidad pública es más barata (una cama de hospital cuesta la mitad en un centro público que en uno con gestión privada), que el copago no sirve para financiar eficazmente el sistema, que la atención al enfermo hemos logrado que sea universal. Y ese éxito es admirado en todo el mundo. Mientras Estados Unidos pretende acercarse al modelo español, algunos en España pretenden acercarse al modelo del tanto pagas tanta salud tienes.

En Parla arrancamos un hospital; exigimos dos centros de atención primaria; pedimos más personal para los centros, porque no es asumible que por una enfermedad, un centro de salud carezca de consulta pediátrica; imploramos un servicio urgente de ambulancias eficaz... Y ante eso, copago. Parecería una afirmación propia de los hermanos Marx si no fuera porque con la Sanidad no se juega o a lo mejor sí. ¡Qué claridad de confusión!

2 comentarios:

  1. Si hay algo que no soporto es como esta la sanidad y puedo hablar como muchos que como yo han sufrido en sus propias carnes las carencias de la sanidad y es fácil de comprobar hay listas de espera que son una vergüenza para realizarte una prueba son meses y cuando tienes la prueba tienes que esperar meses para que te vea el médico y te diga como han salido las pruebas, esto como se a visto en televisión según quien eres el trato no es el mismo y en nuestro hospital de Parla faltan todo tipo de medios y personal sanitario, tienen que desviar a otros hospitales a enfermos que no pueden atender y con todo esto encima el PP quiere poner el copago me parece alucinante.

    ResponderEliminar
  2. Como me entusiasma esta entrada! Nada me place más que llamar a las cosas por su nombre.

    La estrategia de la derecha siempre ha sido la misma: axfisiar todos los servicios públicos y básicos para los ciudadanos.
    Una vez 'justificado' su mal funcionamiento se procede a su rescate. He aquí la gran oportunidad de NEGOCIO para el sector privado.

    Dos fórmulas: Privatización de servicios esenciales y/o coPPagos en los mismos. Y, en segundo lugar, potenciar o subencionar intereses privados ninguneando al sector público.

    Supongo que hay muchos ciudadanos normales que votan PP, y que no se dan cuenta de ello. Esperemos que cuando lo entiendan no sea demasiado tarde.

    ResponderEliminar

Los comentarios realizados deben hacerse desde el respeto y la moderación. Cualquier falta de respeto o salida de tono en un comentario conlleva la consecuencia de la eliminación del mismo.